Hace unos días ha comenzado el verano y con ello, una subida considerable de las temperaturas, por eso es importante saber cuál es la temperatura máxima a la que está permitido trabajar.

Esta cuestión se regula en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

Este Real Decreto únicamente regula la temperatura máxima de trabajo en interior , indicando lo siguiente:

En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, las siguientes condiciones:

a) La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 ºC.

La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25 ºC.

b) La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70 por 100, excepto en los locales donde existan riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50 por 100.

Por lo tanto, en trabajos de oficina o similares no se podrá trabajar a temperaturas superiores a los 27ºC y en locales donde se realizan trabajos ligeros la temperatura no deberá superar los 25ºC.

Para trabajos que se realizan en el exterior no existe una regulación específica ni en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril ni en ninguna otra norma, por lo que debemos acudir a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que indica que el empresario es el responsable de evaluar los posibles riesgos y de tomar las medidas necesarias para asegurar el bienestar de sus trabajadores ante condiciones climáticas adversas para su salud.

Por lo tanto, será el empresario, después de realizar una evaluación de los riesgos, quién establecerá las medidas que considere necesarias para garantizar la seguridad de sus empleados en esas condiciones de calor extremo, como por ejemplo, reducir el tiempo de trabajo, reducir el nivel de exigencia física o elaborar un protocolo de prevención y actuación en caso de surgir cualquier problema.